23 de noviembre de 2010

Luis Vignolo


30 de Septiembre
Panel I
Expositor: Luis Vignolo

Como uruguayo es decir como argentino oriental, como decía Juan Antonio Lavalleja en la proclama de los 33 orientales y como decía mi maestro Alberto Metol Ferré, me siento muy honrado de la invitación para participar en este primer congreso latinoamericano Malvinas una causa de la patria grande.

No puedo dejar de pensar en mi maestro y amigo Methol que falleció el 15 de noviembre pasado, y seguramente nadie defendió con tanta pasión y tanto fervor en el Uruguay la causa de Malvinas y nadie la defendió como causa de la patria grande, como causa de la nación latinoamericana. No puedo dejar de pensar cuanto disfrutaría él estando hoy aquí y cuanto nos haría disfrutar a nosotros el oírlo a él.

En su homenaje, pero sobre todo en homenaje a la verdad o la búsqueda de la verdad, quiero recordar la muy polémica y muy audaz tesis de Methol sobre la naturaleza verdadera de la Guerra de las Malvinas. Methol decía que los ingleses fueron los burcas de los norteamericanos en las Malvinas, porque la guerra de las Malvinas a pesar de todas las apariencias fue en esencia una guerra con los Estados Unidos. Y esta afirmación no procedía de un arrebato pasional ni de un intento de menoscabar a los ingleses ni tampoco de un anti norteamericanismo obsesivo: era un afán de interpretar la realidad del poder en el mundo, y por lo tanto de interpretar nuestra situación y nuestras posibilidades.

La tesis de Methol de que la guerra de las Malvinas fue en esencia una guerra con Estados Unidos es un corolario necesario para su teoría acerca de los estados continentales industriales, como únicos protagonistas verdaderos de la historia desde el siglo XX en adelante. Para no quedarnos en un nivel de excesiva abstracción quiero recordar algo que citó el compañero venezolano, unas declaraciones del Secretario de Defensa norteamericano de la época que le restaba importancia al TEAR y resaltaba las obligaciones norteamericanas con la OTAN y agregaba, “Gran Bretaña con las Malvinas dará control total sobre el continente latinoamericano”. El Secretario de Defensa norteamericano, ¿en qué estaba pensando? ¿a quién le daría el control total Gran Bretaña con las Malvinas? ¿A los galeses tal vez? Obviamente que no, obviamente que en la cabeza del Secretario de Defensa norteamericano en medio de la Guerra Fría, es decir en la cabeza del hombre encargado de la defensa de la primera potencia el primer estado continental industrial de la historia -para decirlo en los términos de Metol-, que estaba inmerso en la Guerra Fría que es la primer contienda entre los dos primeros estados continentales industriales de la historia. Cuando dice Gran Bretaña con las Malvinas dará control total sobre el continente latinoamericano, solo podía estar pensando en el control total norteamericano sobre el continente latinoamericano, obviamente.

Yo creo que abundan testimonios recientes acerca del profundísimo vínculo entre el poder norteamericano y Gran Bretaña pero además, por lo menos desde el año 2001, desde antes en realidad pero con particular difusión desde 2001, hay un informe del Parlamento Europeo que testimonia los acuerdos militares, que datan de en definitiva de la Segunda Guerra Mundial. Hay acuerdos militares anglosajones que son anteriores a la OTAN, que son anteriores a todo lo que conocemos y que están en vigencia y que incluso dio origen a que alguna vez tuviéramos una conversación un poco intensa con Methol. Porque yo le sugerí si no estaríamos ante el caso de una realidad que supera su idea del estado continental industrial,  si no estarían haciendo a través de la unión anglosajona una especie de nuevo estado transoceánico industrial. Esa idea inicialmente lo irritó un poco pero luego me incitó a que la desarrollara. Por supuesto esta idea, que no es la que se maneja en los niveles académicos ni diplomáticos ya que es muy polémica, pero en todo caso yo creo que es nuestra obligación plantearla e incitar a la interrogación, a la interrogación sobre la verdad porque solo la verdad los hará libres.

Yo, también siguiendo el pensamiento de Methol, creo que no existe ninguna posibilidad de defensa de los recursos naturales, ni de Argentina ni de América Latina, si no somos capaces de apropiarnos de los recursos naturales, si no somos capaces de industrializarnos, como muy bien lo ha dicho y escrito muchas veces Marcelo Gullo. Y por supuesto tampoco tenemos ninguna posibilidad seria de avanzar en ese camino de industrialización hacia el desarrollo tecnológico sin la integración. Y aquí quiero ligar este tema con el tema especifico del Uruguay. El ministro planteó un problema serio en relación con el papel del puerto de Montevideo en el abastecimiento de las Malvinas, y esto es algo que viene desde el nacimiento del Uruguay; se pueden escribir cosas mucho peores que las que contó el ministro pero está en el código genético del Uruguay. La provincia oriental, la provincia Argentina que era la provincia oriental, es separada del conjunto de las Provincias Unidas por intervención británica, y no fueron historiadores revisionistas ni revolucionarios marxistas los que denunciaron que los ingleses inventaban una colonia encubierta en Montevideo y sus alrededores. Fueron los representantes norteamericanos en Buenos Aires y en Río de Janeiro en el año 1826, dos años antes de la firma de la Convención Preliminar de Paz por la cual se crea el Uruguay, que le informan al Secretario de Estado norteamericano Clay, “la Clinton de la época”, textualmente esto: que los ingleses estaban programando la creación de una colonia encubierta en Montevideo. Y por supuesto la ocupación definitiva de las Malvinas por parte de Gran Bretaña ocurre muy poquito después. Y desde entones el vínculo ha sido muy estrecho en la función de Montevideo como puerto de abastecimiento para las Malvinas. Esto es de muy larga data.

Incluso cuando se produce el progresivo desplazamiento de Gran Bretaña como potencia hegemónica y su sustitución por los Estados Unidos, cosa que en el Uruguay ocurre con mucha antelación respecto de la Argentina; en 1905 hay una propuesta norteamericana para comprar la Isla de Flores frente a la ciudad de Montevideo y las Malvinas a Gran Bretaña. El vínculo entre Montevideo y las islas Malvinas viene de la época colonial y ha perdurado a través de todos los poderes hegemónicos, de modo que sí, efectivamente tenemos un problema, pero ese problema nos hace sentir y pensar en la necesidad de la unidad. Porque es muy fácil para un país tan débil y tan pequeño y dependiente como el Uruguay caer en las garras de poderes tan gigantescos a escala mundial.

Lo del puerto de Montevideo, no es que quiera restarle importancia, pero realmente es una pequeñez al lado del hecho de que durante dos gobiernos, el gobierno del presidente Battle y el gobierno del presidente Vázquez, las mayores energías de ambos gobiernos estuvieron destinadas a negociar el TLC con los Estados Unidos. Esto generalmente no se cuenta pero aquí tengo un libro casualmente que es favorable al TLC aunque el autor dice ser neutral, pero en realidad está a favor, y que documenta ampliamente esta realidad, y por qué Uruguay no tiene un TLC con los Estados Unidos, por lo tanto por qué no es una “Malvina grande”, es en gran medida por el MERCOSUR.

Por la resistencia y por la oposición de Brasil y de Argentina por un lado decisivas; y por otro lado porque la estructura económica interna del Uruguay ha desarrollado una dependencia de la región que es muy positiva. Nuestros principales socios comerciales son, por supuesto, Argentina y Brasil pero además específicamente los destinos para los productos industriales uruguayos o para los productos de valor agregado medio y alto, o de contenido tecnológico medio y alto son Argentina y Brasil, en ese orden. Digamos en el conjunto de las exportaciones le exportamos más al Brasil que a la Argentina, pero le exportamos más productos de alto valor agregado a la Argentina. Y esto produjo que quienes éramos contrarios a la negociación del TLC en el Uruguay y señalábamos esta realidad, éramos descalificados como ilusos, como románticos etc. Pero cuando llegó la hora de las negociaciones pasó lo que muchos no creían que pudiera pasar: la Cámara de Industrias del Uruguay y la Cámara de Exportadores del Uruguay, donde hay muchas empresas que exportan a la región, que exportan a la Argentina y que exportan al Brasil, se opusieron o al menos expresaron sus serios reparos. De modo que mucho tenemos que hacer por delante para profundizar la integración pero a pesar de todo lo que falta, a pesar de todas las falencias, a pesar de todos los errores hemos avanzado tanto como para crear fuerzas económico-sociales donde no esperábamos que existieran, que han operado a favor de la integración y no a favor de la sumisión del poder hegemónico mundial.

Y bueno sin extenderme, quiero volver a expresar mi convicción de que el archipiélago de las Malvinas volverá a ser argentino y Latinoamericano y lo será en la medida en que los latinoamericanos seamos capaces de unir el archipiélago político y cultural latinoamericano. 

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