23 de noviembre de 2010

Oriz


Somos un solo pueblo, con un solo corazón latinoamericano

Mirtha Oriz (*)



En principio, vaya mi reconocimiento para esta alta casa de estudios que nos alberga. La Universidad Nacional de Lanús ha tenido el coraje y la sabiduría de proponernos un espacio para el debate acerca de Malvinas, ese trozo de patria que nos pertenece. En la figura de la Doctora Ana Jaramillo agradezco a todos aquellos que han hecho posible que este evento se lleve adelante con el mayor de los éxitos.
Siempre he sido honesta intelectualmente, y políticamente incorrecta a la hora de decir algunas verdades. Debo manifestar que vine con una profunda desconfianza, a este Primer Congreso Latinoamericano. Si bien se me presentaba atractivo desde el papel que cumplo, tenía mis serias dudas con respecto al desarrollo del mismo.
Los argentinos tenemos esta cosa peculiar de mostrar más de lo que en realidad es. Pero mis dudas se disiparon al encontrarme con los aquí presentes. Como argentina y como fueguina por elección, el hecho que este grupo de gente, de pensadores, de catedráticos, de trabajadores, se esté planteando estas cuestiones aún con nuestras dificultades, me enorgullece enormemente.
En este agradecimiento quiero resaltar que todos los pensamientos aquí expresados me han conmovido hasta la fibra más íntima de mi ser. Por ese motivo, lo quiero destacar de modo sobresaliente.
Por otro lado, siempre expreso que uno debe manifestar claramente desde qué lugar habla, para darle al interlocutor algún panorama de quién es, independientemente de los caminos políticos que elegimos transitar. Y a mí me gusta definirme como una militante política, porque estoy absolutamente convencida de que la política es la herramienta transformadora de los pueblos. Y este convencimiento hace que participe de ésta y de muchas otras actividades que tienen que ver con las causas nacionales y populares.
También se ha mencionado en este Congreso eso de “pensar en locuras”. Y yo soy una persona que piensa en locuras, que adhiere a las utopías, que cree en las utopías. Parafraseando a Eduardo Galeano cuando sostiene que “las utopías sirven para caminar”, de algún modo este Congreso que quizás nació como una utopía, sea la herramienta fundacional para que comencemos a caminar un destino buscando la acción en la Patria Grande.
Cuando el ministro Guillermo Rossi en su ponencia mencionó a las regalías del petróleo en Malvinas y la posibilidad de pensar en compartir beneficios con los pueblos hermanos latinoamericanos y del Caribe, creo que nos obliga a reflexionar. Yo no sé si en Europa o en los países centrales se puede siquiera plantear esto de compartir con el hermano, de compartir con el otro, de compartir con aquel que no tiene el mismo color de piel, que su vida se rige por otras costumbres. Y esta idea de compartir se remonta a que somos un solo pueblo, con disímiles características, pero con un solo corazón latinoamericano. Afirmo con vehemencia que en América Latina se pueden plantear estas cuestiones porque ha habido un pueblo originario que logró con su sangre que esto sea posible.
En otro orden, me gustaría compartir con ustedes algunos avatares que nos han tocado transitar en la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, donde hemos dado batallas muy importantes, que tienen que ver con lo político. La primera cruzada que dimos fue la discusión de provincia grande-provincia chica. Esto que puede parecer una locura, fue una pelea feroz de un grupo de compañeros que pensaron que esto era posible y sostuvieron la inclusión de Malvinas y del territorio Antártico. Este suceso hoy, a más de veinte años, permite un diálogo natural. No obstante, generó una beligerancia no menor en esa época y me parece importante rescatarla. Creo que de algún modo debemos comenzar a integrar, aunque mínimamente desde lo discursivo, el conocimiento referido a que cuando nosotros hablamos de Malvinas, hablamos de Tierra del Fuego, de Antártida e Islas del Atlántico Sur. Ésa es la provincia a la cual yo estoy representando en este momento. Reitero: Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur.
También me gustaría comentarles cómo funciona nuestro Observatorio, que tiene características disímiles a éste y que aún así funciona en la más absoluta armonía porque la causa nos aglutina de modo superador. Esta organización actúa como un cuerpo colegiado, se instrumentó a través de un decreto del gobierno provincial y no tiene rango de ley. Aún así se ha constituido, y lo conforman el Ejecutivo provincial, los Centros de Ex Combatientes, toda aquella asociación que tenga relación con el tema, la Legislatura provincial, la Fiscalía de Estado y todos los partidos políticos con representación local que así lo deseen. Esto que parece una mélange, en su accionar logra homogeneidad. Aun con esta diversidad de ideas, de personas y de actores sociales integrándolo, funciona y funciona muy bien.
También merece un comentario el tema de la Ley de Límites, que ha sido una ofensiva importante durante veinte años. Nos llevó veinte años tener los límites. Así somos los argentinos, nos pasan estas cosas, pero al menos ya tenemos la ley. ¿Esto qué va a lograr? Que en nuestra organización política tengamos claro que Malvinas es un departamento de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Es un departamento, no es otro espacio, no es una tierra más; forma parte de nuestro territorio provincial. Esto es muy importante. ¿Por qué? Porque Ushuaia es la capital de Malvinas.
Sobre el tema de los recursos naturales, lo único que diré es: no se le puede pedir al Imperio británico que haga algo que nunca ha hecho en su vida. No me sorprende la conducta británica, y nunca me sorprendió porque históricamente han constituido su nación siendo piratas. Y hay que decirlo en estos términos: piratas. Por lo tanto, están haciendo en nuestra tierra lo que han hecho siempre. No están accionando de modo nuevo, sólo hacen lo que saben hacer. Quizás la tarea de nuestros pueblos es dejar de permitírselo.
En esta cuestión de cómo aglutinar esfuerzos para llegar a objetivos comunes, de cómo construir esta conciencia nacional respecto al tema Malvinas, aquí les voy a hablar a mis compatriotas, porque creo que nosotros somos lo peor que tenemos: nosotros mismos. Para poder modificar una conducta, primero hay que reconocerla. Y como argentina debo decir que no tenemos a nada peor que otro argentino, que se cree que es, cuando no existe. Si bien siento un enorme orgullo por haber nacido en este suelo, no puedo dejar de mencionar que esto también somos nosotros. Desde este lugar primero construyamos conciencia como argentinos y luego construyamos conciencia latinoamericana, para poder de este modo comenzar a pensar en la Patria Grande.
A veces, cuando se plantea la cuestión de construir conciencia, la gente lo ve como objetivo a largo plazo. Y sí, tarda mucho, esta tarea va a llevar muchísimos años. En lo personal no sé si veré la misión cumplida, aun así es una labor que me quiero dar como argentina. No sé si lograré la meta, y esto también hay que tenerlo claro porque si no aparecen las frustraciones y, como lógica consecuencia, el abandono de la lucha. Y lo peor que podemos hacer es abandonar la disputa.
Me gustaría hacer algunas reflexiones y propuestas respecto a las acciones a seguir. Quizás soy una de las más molestas, instando permanentemente a que aprendamos y nos instruyámonos en el campo del conocimiento. De igual modo, permanentemente exhorto –tal vez con desmesurada vehemencia– a la búsqueda de alternativas novedosas y constructivas, de hechos concretos para poder pasar a la acción.
En este marco, nosotros hemos planteado sesionar como Observatorio frente a las Islas Malvinas en un buque de nuestra Armada. Es una posibilidad real y cierta de estar frente a un trozo de mi provincia. Este hecho requiere una logística importante, pero podemos comenzar ya, no importa cuánto tiempo lleve.
Otra propuesta que estamos evaluando es la posibilidad de modificar nuestra currícula provincial, dado que el desafío que tenemos en Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur es lograr articular junto a los Centros de ex Combatientes que muy valiente han venido interactuando con la sociedad con un trabajo fantástico, llevado adelante desde hace muchísimos años. Pero, ¿cuál es la dificultad? Se circunscribe el tema Malvinas a la cuestión bélica y no hay modo de corrernos de esa situación. Entonces, en esto de repensar como salir de esta situación, proponemos modificar la currícula provincial. En este Primer Congreso Latinoamericano escuché a un compañero que dijo: “A ver, ¿qué posibilidades hay para modificar la currícula a nivel nacional?”. Si queremos realmente malvinizar, debemos llevar adelante acciones concretas. Me dirán: “¿Quién enseñará?”. Porque también hay que ver quién, cómo y qué se enseña. En el marco que corresponda, creo firmemente en la posibilidad de generar una currícula a nivel nacional para que nuestros representantes en ambas cámaras la voten.
Por último, quiero hacer mención a unas palabras de Eva Perón, cuando dijo que a ella le gustaban los fanáticos. Pues bien, a mí también me gustan los fanáticos. Esa gente me motiva, hace que quiera imitarlos, que quiera hacer cosas. Y esa gente que uno ve allí, como desprendida de uno, no es más que su propio pueblo, no es más que el movimiento obrero organizado presenciando este espacio, haciendo patria también desde este lugar. Porque esto también es hacer patria. Y no hay que temerle a la expresión de hacer patria de ninguna manera. Hay que ponerla en práctica y a diario.
Quiero agradecer enormemente a las delegaciones del resto de los países que nos acompañan, a nuestros hermanos latinoamericanos. Creo que efectivamente el lema de este Congreso se ha llevado a cabo con éxito, “Malvinas, una causa de la Patria Grande”. Accionemos desde el lugar que podamos, desde el lugar que ocupamos a diario, para construir una América latina, justa, libre y soberana. Muchas gracias.





(*) Actriz, diseñadora de alta costura y militante de causas nacionales y populares. Secretaria del Consejo Asesor Provincial “Observatorio cuestión Malvinas”. Representante del Partido Justicialista distrito Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur en el consejo asesor.

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